EERO ETTALA RIpANDO UN CASTILLO DE HIELO
En el corazón de la Laponia finlandesa, a sólo 200 kilómetros por encima del círculo polar ártico, se encuentra Kittilä, una pequeña ciudad finlandesa. Con temperaturas que descienden unos diez grados bajo cero a partir de noviembre y que se prolongan hasta la primavera, este pueblo del norte es el hogar perfecto para una Villa de la Nieve. Y con su diseño arquitectónico y sus singulares construcciones de nieve y hielo, este pueblo resultó ser el lugar perfecto para hacer realidad la última idea de Eero Ettala: Un Castillo de Nieve totalmente triturable.
La mayoría de los obstáculos necesarios para los trucos ya existían en el castillo de nieve, por lo que sólo hubo que construir y dar forma a algunos detalles. Se trataba más de trasladar las esculturas de hielo y otros obstáculos de un lugar a otro, que de crear otros nuevos. El rodaje comenzó el día en que el castillo de nieve cerró sus puertas al público, por lo que Eero y el equipo de rodaje fueron libres de utilizar el espacio helado como quisieran, sin tener que temer la destrucción de los elementos.
«En general, este proyecto ha sido uno de los más memorables que he tenido la oportunidad de realizar durante mi carrera. Creo que el resultado fue incluso mejor de lo que me atrevía a esperar. La ubicación hizo que fuera muy especial: me sentí como si estuviera ripando en un mundo de cuento de hadas durante una semana», comenta Eero.